Digamos que quieres comenzar un negocio. Al igual que con la ciencia, el primer paso es formular una hipótesis.
Tu hipótesis en este caso, se trata de una hipótesis de valor. Para una empresa la hipótesis puede ser que el producto tiene la suficiente demanda.
Al igual que en la ciencia, hay medios más valiosos que otros para comprobar esa hipótesis. Los experimentos traen información más valiosa que las observaciones. Y hay diferentes tipos de observación: los datos auto-reportados pueden ser problemáticos porque todo mundo miente.
Podrías hacer una encuesta y preguntar si están dispuestos los clientes a consumir tu producto y a qué precio, pero es muy fácil que una persona mienta por ese medio. En ocasiones no es que te quieran mentir, pero yo te podría decir que estoy dispuesto a comprarme un Tesla hasta ver su precio.
Para eso son los experimentos.
Cómo hacer experimentos en los negocios
En 2011, Eric Ries publicó su libro The Lean Startup, donde toma los conceptos de Lean Manufacturing para su implementación en empresas de tecnología.
En resumen, el modelo trata de abordar el problema de la toma de riesgos calculados en las empresas de tecnología. Siendo el costo de desarrollo del producto muy bajo y el potencial de escala enorme, un modelo óptimo es aquel que logra experimentar las condiciones del mercado y modificar rápidamente el modelo de negocio hasta encontrar un buen ajuste entre el producto y el mercado.
MVP: Mínimo Producto Viable
Encontrar este mejor ajuste significa que los experimentos deben de ser baratos en términos de tiempo y de inversión. A diferencia de un proyecto de manufactura, que requiere un análisis profundo de la demanda ante de embarcarse en la inversión, las startup permiten realizar experimentos para validar la hipótesis. La filosofía de desarrollo ágil prescribe que se deben hacer creando el mínimo producto viable (MVP, por sus siglas en inglés).
Un mínimo producto viable es lo mínimo que puedes construir que cree el valor que prometiste al mercado. Por ejemplo, para que Dropbox pudiera alcanzar el nivel de escala que tiene ahora, requirió levantar 48 millones de dólares de inversionistas. Para demostrar el valor que el producto tiene, decidieron publicar este video en el que explican el funcionamiento del sistema y refleja claramente sus beneficios.
Tal vez hayas notado que en ninguna parte de la definición del MVP requiere que todo lo que se haya ofrecido sea real. El video que presentaron en Dropbox para levantar capital no tenía un producto terminado: sólo tenían el concepto. El video muestra el funcionamiento del sistema, pero aún no habían fabricado nada de la infraestructura que se necesita para hacer que funcione en su totalidad.
El Turco Mecánico
En 1770, el inventor húngaro Wolfgang von Kempelen construyó un aparato para impresionar a la emperatriz María Teresa de Austria. Se trataba de una mesa de ajedrez con una figura humana de un Turco mecánico que movía las piezas. El inventor aseguraba que el mecanismo era capaz de jugar una partida fuerte contra un oponente humano de manera automática.
Kempelen se llevó su invento a hacer demostraciones alrededor de Europa y las Américas por cerca de 84 años, jugando y venciendo al ajedrez a Napoleón Bonaparte y Benjamín Franklin. Más tarde se descubriría la verdad sobre esta fascinante máquina: se trataba en realidad de una ilusión con un maestro del ajedrez escondido dentro operando la máquina.
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