Santa tiene una lista de niños buenos y niños malos. La idea es que los niños buenos reciben más regalos que los niños malos.
No me pregunten que tipo de modelo de inteligencia artificial usa para la clasificación de los niños, pero a mi me da la sensación de que el modelo está sesgado. Sobre todo considerando que los niños pobres reciben menos regalos que los niños de familia con mayores ingresos.
En este post veremos un estudio científico que determina de una vez por todas si portarse mal te hace acreedor a que Santa te deje sin castigo o te regale un pedazo de carbón. También veremos un poco de cómo Santa Claus llegó a tener la imagen que ahora conocemos todos. Spoiler: no lo inventó Coca-cola.
Santa Claus no da menos regalos a los niños malos, pero si eres pobre…
En Navidad de 2015, un grupo de investigadores recolectaron información de hospitales en el Reino Unido para determinar qué factores infuencian si Santa Claus visita a los niños.
Para determinar que tan bueno o malo es un niño, usaron datos de ausentismo en las primarias y las tasas de encarcelamiento juvenil de chicos de entre 10 y 17 años, así como la distancia del hospital al “Polo Norte” (o la ciudad más cercana). También usaron el índice de privación económica, para determinar las condiciones socioeconómicas de los chicos.
Lo que encontraron fue que los chicos con un mayor índice de privación recibieron menos visitas de Santa Claus, tristemente. Ser pobre si te pone en la lista de los niños malos. Y pues no, no hubo una diferencia significativa de visitas de Santa Claus para niños “malos” en comparación de los “buenos”.
No tengo idea de cómo decirle esto a mis hijos
Esta semana fuimos padrinos de niños que no tienen a sus padres y fuimos a hacerles un regalo. Salí contento de poder aportar aunque sea un poco, pero también muy angustiado por no hacer aún más.
Pero también estaba preocupado de que mis hijos me preguntaran por qué a estos niños no les va a mandar regalo Santa Claus igual que a ellos. En este post, la Dra. Clara Goodwin plantea que podemos darles explicaciones causales: es que no tienen chimenea.
La verdad es que no me imagino cómo esas respuestas sean satisfactorias para mis pequeños. Creo que acabaré hablándoles del índice de Gini.
Coca-Cola no inventó a Santa Claus
Muchas personas piensan que Coca-Cola inventó a Santa Claus. Y no están del todo errados: la empresa no creó la idea de Santa, pero si popularizó la idea que tenemos hoy de él: un gordito excesivamente feliz.
La idea de que Coca-Cola lo inventó es tan prevalente, que la compañía tiene una página en sus preguntas frecuentes donde hace las aclaraciones pertinentes.
San Nicolás
La marca Coca-Cola se lanzó en 1892, pero la idea de “Santa” tiene ya varios siglos. El original muchos lo conocen: San Nicolás, un santo del siglo 4. Hacía milagros y traía regalos. Era santo patrono de navegantes, mercaderes, niños, solteros y estudiantes, entre otros.
Generalmente se representaba a San Nicolás como una figura alta y delgada. Casi como un elfo.
En los años 30, la marca encargó al artista Haddon Sundblom crear un anuncio navideño especial para Coca-Cola. Sundblom se inspiró en un poema clásico de 1822 para crear sus propuestas: Twas the Night Before Christmas.
En el poema hace mención a algunas características que son las del Santa que todos reconocemos: mejillas rosadas, nariz como una cereza, una barba blanca como la nieve y una gran panza redonda. El resultado fue esta, la primera ilustración del Santa que hoy conocemos, hecho por Coca-Cola.
Coca-Cola le pagó a Sundbom mil dólares por su ilustración. En aquel entonces era posible comprarse un automóvil con 700 dólares, por lo que no fue un mal trato. Además, Sundblom siguió haciendo comerciales para la marca por las siguientes tres décadas.
Una imagen tan carismática fue merecedora de un gran esfuerzo de marketing por la compañía. La imagen de Santa se aceptó rápidamente en el mundo, siendo hoy la viva imagen de la Navidad y un gran promotor del refresco que m̶a̶t̶a̶ alegra a millones todos los años.