Maddie es una chica de 12 años como cualquier otra. Le gustan sus clases de ciencias, las donas, y los videojuegos.
Hay un juego en particular que ha sido su favorito por mucho tiempo. Temple Run es un juego de aventuras al estilo de Indiana Jones donde hay que correr a través de obstáculos en escenarios de templos en la jungla.
Es un juego sencillo, pero muy entretenido. Es un modelo de negocio free to play, donde es posible comenzar a jugar sin pagar y gana dinero mostrando publicidad a los jugadores.
Ademas, otra forma de monetizar el juego es personalizando a tu personaje con el que juegas. Si quieres jugar con otro personaje, tienes que pagar, si deseas correr en el templo usando una ropa diferente, tienes que pagar.
El problema es que el personaje principal es un hombre. La aplicación tiene opciones de mujeres para jugar, pero todas requieren de un pago adicional.
¿Por qué los personajes no se parecen a mi?
Un día Maddie notó que una de sus amigas jugaba con un personaje hombre. Cuando le preguntó por qué, ella de dijo que era la única opción. No había más de donde elegir.
Después de eso, Maddie comenzó a poner más atención a los juegos que ella y sus amigas jugaban. Hizo un registro de juegos, sus personajes y cuales de ellos eran de paga y cuales no. Encontró que una gran parte de los juegos tenían protagonistas hombres y en aquellos que si tenían mujeres, en su mayoría era necesario pagar una cuota extra para jugar con ellas.
De manera minuciosa recolectó información de los 50 juegos mas populares y realizó una tabla a mano con información sobre los personajes, sus características y los precios que se debían pagar por jugar con ellos.
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