Hay una maldición China que dice "Ojalá que vivas tiempos interesantes". Aunque a primera vista parece una bendición, nos ha tocado una generación que ha resultado una de las más interesantes de la humanidad moderna, y podemos constatar que no siempre es algo bueno.
Después de sobrevivir a un virus mortífero, nos toca vivir uno de los niveles de inflación más altos en los últimos años. La guerra en Ucrania no ayuda en nada a aminorar los efectos y lo que haga China en Taiwán nos puede traer consecuencias complicadas.
Primero la inflación
La inflación es el aumento general de los precios y esa todos la hemos notado sin necesidad de ser economistas. En 2020, los gobiernos del mundo, preocupados por los millones de personas que quedaron desempleadas a causa de la pandemia, comenzaron a lanzar grandes estímulos económicos para aminorar los problemas que una gran recesión podría traer.
En Estados Unidos se lanzaron tres paquetes de estímulos desde la pandemia, que si bien pudieron rescatar el mercado laboral de ese país, bien pudieron ser la causa principal de la inflación que estamos viviendo en el mundo. Los estímulos conllevan un incremento en la demanda de bienes y servicios al tiempo que miles de trabajadores dejaban sus puestos en búsqueda de mejores oportunidades.
Se le conoce al fenómeno como la gran renuncia, donde un número récord de personas que dejaron sus puestos de trabajo en 2020 decidieron no regresar. En ocasiones la razón es para buscar opciones que provean condiciones de seguridad ante la pandemia y en otras para obtener mayor flexibilidad, que se pueden reflejar en la opción de trabajo remoto o mayor balance entre la vida y el trabajo.
Para 2021 se veían señales claras de una escalada en los niveles de precio, pero hasta este punto la postura del banco central en Estados Unidos era que se trataba de un fenómeno transitorio (famous last words).
Hay quienes ya están hablando de estanflación. Una estanflación es el fenómeno que sucede cuando hay recesión o estancamiento al mismo tiempo que los niveles de inflación permanecen altos. Aunque la subida de las tasa de interés de la Reserva Federal parecen estar surtiendo efecto ya, muchos analistas ven improbable alcanzar un aterrizaje suave en el que se logre controlar la inflación sin causar una recesión en el camino.
Crisis alimentaria
Rusia es el principal exportador de fertilizantes en el mundo. La guerra en Ucrania ha causado que los precios de los fertilizantes se disparen en un momento ya crítico para la agricultura. Con presiones causadas por el cambio climático, los países que dependen fuertemente del fertilizante ruso para su producción se enfrentan a grandes problemas, pero el problema puede fácilmente extenderse a todo el sector agroalimentario.
Crisis energética
Otro efecto adverso de la guerra en Ucrania viene del sector energético.
El 40% de las importaciones europeas de energéticos provienen de Rusia. A pesar de que las sanciones financieras de Europa y Estados Unidos no incluyen las transferencias por energía, las importaciones de crudo desde el país soviético han disminuido y esto ha causado una crisis en Europa que se ha visto ya reflejada en cortes programados. Este invierno en Europa será crítico si no se encuentran soluciones.
Por su parte, Rusia ha tenido que expander el mercado para sus exportaciones. Al momento ha encontrado mercado en China e India, a quien vende gas a descuento. Hay evidencia de que India está actuando únicamente como intermediario para la exportación de gas de origen ruso.
A pesar del crecimiento de las importaciones de crudo de estos dos países, estas son insuficientes para compensar la pérdida de flujos de este año desde el inicio de la guerra.
China y los semiconductores
Con más del 90% de la capacidad de manufactura de los semiconductores más importantes del planeta, Taiwan domina la oferta mundial de este commodity tan importante.
Si China decidiera invadir Taiwan, el precio de los semiconductores se verá afectado de una manera nunca antes vista. Desde 2020, este precio ha ido en aumento debido al aumento en la demanda de televisores y electrodomésticos. Al pasar más tiempo en casa, los aparatos para la casa aumentaron su demanda, mientras que la fabricación de automóviles sufrió un freno debido a la escasez de semiconductores.
Si China invadiera Taiwán los precios de todo aumentarían. No sólo se trata de computadoras, televisiones y electrodomésticos. Todo a nuestro alrededor involucra máquinas para su fabricación en la actualidad y los problemas de oferta de este componente hace que todo se vuelva más complicado.