Seguramente las has visto. Son gorras de pescador que de un momento a otro empezaron a aparecer en las cabezas de los jóvenes. A pesar de ser una gorra muy popular en Estados Unidos, la tienda Bass Pro Shop es una tienda de productos de pesca que no tiene distribución oficial a ninguna tienda en México ni en ningún lugar de latinoamérica. Entonces, ¿cómo llegaron aquí de la noche a la mañana?
El origen de una moda
Las gorras de Bass Pro Shop se volvieron extremadamente populares en Estados Unidos después de que el comediante canadiense Curtis Conners las usó y las publicó en su cuenta de Twitter. Eran gorras “de camionero”, por lo que el comediante solía burlarse de ellas en sus rutinas hasta que alguien le regaló una y comenzó a usarlas de verdad.
En latinoamérica, la historia no es tan positiva. Las gorras son parte de una estética que se conoce como bélico, que es referente en la narcocultura. En particular hay una canción que hizo que la fama de las gorras saltara, que es la de TQM de Fuerza Regida. En particular fue esta frase la que hizo que saltaran a la fama.
Una gorrita de esas del pescado
En la gráfica siguiente se ve el salto en búsquedas de la marca de gorras en México justamente en Mayo de 2023, que es cuando salió la canción.
Pero eso aún no resuelve nuestro misterio.
¿Cómo llegaron las gorras a México?
La empresa Bass Pro Shops tiene una tienda online. Los precios no son muy altos, pero los envíos y tarifas hacen poco probable que sea el medio principal por los que entraron todas esas gorras al país.
En las bases de datos públicas de importaciones y exportaciones hay envíos de la empresa a países latinoamericanos, pero no hay gorras registradas en esos envíos. En una búsqueda rápida en redes sociales podemos encontrar cuentas de emprendedores vendiendo estas gorras.
Pero la mayor parte simplemente llegan al país en el tráfico diario de las personas que van y regresan con un regalo o que hacen compras en el otro lado de la frontera. Igual a muchos de los artículos de novedad en el país.
El efecto de la narco-cultura en la violencia
Queda el asunto que preocupa: ¿por qué está creciendo la cultura del narco en el país? Las búsquedas de corridos bélicos y corridos tumbados en el país tuvieron un punto alto este año, y la proyección es que van a la alza.
La causalidad entre corridos y violencia no es un tema fácil de estudiar. ¿Los corridos causan narcos o los narcos causan más corridos? Hay buenos argumentos para que la flecha de la causalidad apunte en ambas direcciones. Los corridos hacen más fácil que se normalice la existencia de grupos criminales y hace que los jóvenes aspiren a ello. Es la hipótesis que está detrás del estudio que hizo Rafa Prieto-Curiel, donde sugiere que disminuir el reclutamiento podría ser una medida más efectiva que mandar a los existentes a las cárceles.
Por otro lado, al narco le conviene tener una buena imagen para reclutar y para que las comunidades les permitan operar con facilidad. En el libro “Narconomics”, el autor detalla cómo los cárteles, al igual que muchos modelos de negocio, ponen mucha atención a las relaciones públicas y a la imagen que proyectan en la comunidad. Desde elegir la hora para hacer sus ejecuciones para asegurar aparecer en el periódico vespertino hasta dar apoyos y despensas a las comunidadesafectadas por la pandemia. Esta imagen debe ser importante para el reclutamiento, pues los ingresos que se obtienen en los niveles bajos del crimen no suelen ser tan atractivos para compensar los niveles de riesgo que conllevan.
Narcoeconometría
La manera en que los economistas resolvemos este tipo de problemas es pensando en cómo sería el experimento ideal que nos ayudaría a identificar la causalidad. Por ejemplo, imaginemos dos ciudades idénticas es todo, con mismos niveles de afectación por el crimen, similar población y una cultura idéntica. Tal vez puedan ser dos ciudades divididas en una misma mancha urbana con división política diferente, como Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango.
Imaginemos que tengamos la capacidad de hacer modificaciones a nuestro gusto y decidimos prohibir la narco-cultura por completo en una de las ciudades (digamos que Gómez Palacio, sin pérdida de generalidad). En Gomez Palacio no se permitiría escuchar corridos en la calle, so pena de recibir una gran multa. Tampoco se podrían organizar conciertos de Peso Pluma ni nadie que se asocie con la cultura narco.
Yo mismo tengo muchas objeciones a este planteamiento, pero sígueme la corriente y digamos que eso fuera lo único que necesitáramos para poder distinguir si hay un efecto o no. ¿Realmente deberíamos pensar que el reclutamiento del narcotráfico se vería reducido? ¿O tal vez haya factores más importantes que influyan al crecimiento de las organizaciones criminales? Por ejemplo, la demanda de sus bienes o la falta de consecuencias por el sistema judicial?
Y ojo, no estoy diciendo que simplemente debamos ignorar el efecto de la narco-cultura por representar una influencia demasiado pequeña en el crecimiento de los cárteles. El efecto que tienen es importante, pues normaliza su existencia cuando en un México ideal no deberíamos tener que lidiar con ellos. Pero es importante que si realmente deseamos encontrar soluciones, nos enfoquemos en lo que tiene efectos más grandes y duraderos.