La economía está creciendo.
En México el nivel de inflación está en 4.2% y el crecimiento de este año se está proyectando entre 3 y 3.5%. No el mejor que hemos disfrutado, pero si lo comparamos con los escenarios catastróficos de inicio de año podemos decir que es muy bueno. A inicio de año, todas las proyecciones apuntaban a una recesión derivada de los aumentos en la tasa de interés.
Logramos controlar la inflación sin causar una recesión.
Es el escenario de soft landing o aterrizaje suave que también vemos en Estados Unidos, con una inflación de 3.2% y un crecimiento pronosticado de 4.9% en el tercer trimestre de este año.
¿Se siente que estamos creciendo?
La economía ha crecido mucho, pero no lo suficiente.
De acuerdo a Julio Santaella, de 2005 a la fecha el PIB de México ha crecido un 1.5% en promedio al año y el PIB per capita un 0.5%. Es un ritmo de crecimiento mediocre.
No parece que somos el socio más importante de Estados Unidos.
Los indicadores de Estados Unidos son fuertes. Los estímulos que el país usó para combatir los efectos económicos del COVID ha permitido una fuerte recuperación de la economía que no se pudo emular aquí.
Y a pesar de todo, la confianza del consumidor está en un alto histórico.
Todos los meses el Inegi hace una encuesta en que le pregunta a los consumidores cómo se sienten respecto a la economía. Las preguntas están diseñadas para identificar el ánimo de compra de los consumidores en el momento.
Y su comportamiento en los últimos años ha sido interesante.
Nota el salto enorme en 2018-2019.
Yo le llamo el efecto AMLO.
Comenzó desde la elección de Andrés Manuel López Obrador y, exceptuando la época de pandemia, no ha hecho mas que subir. Una pregunta interesante es si está confianza se ve reflejada realmente en consumo o se sostiene de la esperanza que el presidente genera en la población.
Podría ser peor
A inicios de año se pronosticaba una terrible recesión para 2023.
No sucedió.
La Reserva Federal (el banco central de los Estados Unidos) decidió parar el alza a las tasas de interés a tiempo. México tampoco ha subido tasas desde marzo y contempla una baja gradual a principios de 2024.
Aparentemente logramos hacer un aterrizaje suave.
Nos podríamos estrellar en 2024
No estamos a salvo de una recesión el próximo año.
Este año hubo un drama en el congreso de Estados Unidos por el techo de la deuda. A raíz del conflicto, las calificadoras más importantes decidieron bajar el rating de los bonos del tesoro.
Estados Unidos puede pagar su deuda. La baja en la calificación no se debe a la capacidad de pago, sino a la voluntad de pago. Si el próximo año vuelve a darse un drama similar sobre el techo de deuda, podrían darse efectos fuertes en el sistema financiero en su conjunto.
Y ese es apenas el primer riesgo que se me viene a la mente.