Todo empieza en un laboratorio de observación, donde la estudiante de Doctorado Kate Dibiasky descubre un cometa del tamaño del monte Everest. Su asesor, el Doctor Randall Mindy realiza el cálculo de la trayectoria del cometa y, para su horror, descubren que se dirige a la tierra en un evento que destruirá por completo toda la vida terrestre.
Lamentablemente, los intentos de los científicos de comunicar la urgencia del problema y la necesidad inmediata de actuar se ven bloqueados constantemente por los incentivos que mueven la política, los negocios y a los medios de comunicación.
El resto de la película nos muestra una sátira brillante de nuestra sociedad. La presidenta no prestó importancia a un problema que acabaría con la humanidad sino hasta que no tuvo otra opción para recuperar su carrera política, los medios seguían prestando más atención al romance de una pareja de celebridades, los empresarios siguieron buscando cómo sacar provecho de la situación para ganar más dinero. En fin, la hipotenusa.
Sin duda es una película que recomiendo mucho ver. Pero no me creas a mi, aquí te dejo el trailer para que lo juzgues tu misma.
Los incentivos del capital
El cambio climático, la crisis de COVID, la caída de un meteorito. Todos estos eventos tienen un potencial catastrófico para la humanidad, pero pareciera que quienes tienen el poder de tomar las decisiones que nos pueden salvar son quienes menos incentivos tienen a hacer algo.
Advertencia: vienen los spoilers.
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