Cuando llega algún alumno conmigo porque quiere realizar un proyecto de investigación, invariablemente la pregunta que le voy a hacer es ¿cuál es el problema que quieres resolver?
En ocasiones, lo que me entregan es una pregunta de investigación, pues eso es lo que se suele pedir en el documento ya escrito. Pero el problema con este es que, a pesar de que podría ser algo interesante, no necesariamente se enfoca en un problema.
Por ejemplo, si me dices que deseas entender la relación que hay entre las exportaciones de petróleo y el tipo de cambio, te voy a pedir nuevamente que me digas para qué. Enfocarse en los datos suele ser igual de problemático y nos llevará al mismo resultado.
La solución entonces es que te enfoques en el problema. Puede ser que el problema que te interesa no tenga datos disponibles, pero eso no te debe preocupar cuando estás comenzando a trabajar con tu proyecto. Es sólo una vez que hayas identificado un problema que deberías de plantear tus objetivos y tu pregunta de investigación.
Por qué te debes enfocar en el problema
Existen al menos dos razones para enfocarte en el problema y no en los datos o en la pregunta de investigación.